Monday, April 24, 2017

En tiempos de guerra "todos mienten"

Como mencionamos en el post anterior de este Blog, tenemos la convicción de que el mundo actualmente está en guerra. Hay una guerra, abierta en algunas zonas, soterradas en muchas otras, que abarca prácticamente todo el planeta.

Una guerra que se manifiesta, dentro de zonas de aparente "paz" con la difusión masiva y profusa de propaganda para inducir en la población de muchos países hacia una forma de pensar que convenga a uno u otro bandos de esta guerra.

Hay una frase que pronunciaba un famoso personaje de televisión, popular desde mediados de la década pasada e inicios de la actual; dicha frase de realismo social y político es: "Todos mienten" ("Everybody lies"). 

Quizá haya quien aplique esa frase para entender a la vida y al ser humano en general; pero de lo que sí podemos estar seguros es que es absolutamente aplicable para tiempos de guerra.

Mucha gente no lo sabe, pero hay que tener mucho cuidado al leer, escuchar o presenciar "información" que está disponible en los medios de comunicación, sean estos medios oriundos del país o de la localidad, o medios de "prestigio mundial".

Los medios de comunicación, de por sí, responden siempre a los intereses de aquellas personas que son sus dueños y/o que los subvencionan para su subsistencia. Esto ocurre siempre, pero cuando los tiempos de guerra se recrudecen, entonces la propaganda que se hace pasar por "información", adquiere una especial virulencia.

Como lectores, buscadores de información o investigadores de la realidad actual, no se debe creer a pie juntillas, nada de lo que se lee, ni en los medios "tradicionales", ni en los independientes, o pretendidos "alternativos". Usted mismo, querido lector, no debe confiar ni siquiera de lo que aparece en este Blog. ¿Cómo sabe usted que alguien no me paga para empezar a escribir e intentar influenciar en algún tipo de lector que llegue hasta este espacio en la red?

Por supuesto que nadie me da un solo centavo, ni yo estoy al servicio de ningún ente ajeno a mi persona; sin embargo, es sanidad mental y moral que ningún lector debe confiar ciegamente en ninguno de los materiales que circulen, ni en internet ni en ningún dispositivo de la esfera pública.

Hay muchísimos ejemplos de lo que estoy diciendo. 

Y sin embargo, debo admitir el internet está lleno de personas emprendedoras en el plano del análisis geopolítico y de la información pública, que con muy buenas intenciones, difunden información, análisis e incluso inteligencia que son una verdadera alternativa a las versiones de los medios tradicionales.

Pero como dije antes, siempre se debe mantener una sana distancia y escepticismo respecto a cualquier fuente de información.

Ahora bien, en los medios tradicionales, también hay muchas personas bien intencionadas que desean "orientar" al lector, ayudarlo a entender mejor los asuntos públicos y/o geopolíticos. Pero en la mayoría de los casos, los analistas de los medios tradicionales, aún los mejor intencionados, están imbuidos de una ideología y un adoctrinamiento del que les es imposible escapar, aunque quisieran. Es en ocasiones divertido observar como mentes que se creen muy doctas, no hacen sino repetir como guacamayas, memes y argumentos aprendidos a través de años y años de ese adoctrinamiento que se adquiere al laborar dentro de un medio de comunicación corporativo.

En los próximos posts de este Blog, daré ejemplos de piezas --artículos sobre todo-- que no son sino mamotretos que sólo propagan mentiras.

Mientras tanto querido lector, parta usted siempre de la base de que quienquiera que tenga un poder de comunicarse con usted a través de cualquier medio, con altísimas probabilidades, es alguien que le estará mintiendo. Y en todo caso, póngalo a prueba hasta que le demuestre lo contrario.

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En el nombre de Dios, el clemente, el misericordioso 
سْمِ اللهِ الرَّحْمٰنِ الرَّحِيْمِ

La paz de Dios sea contigo
السلام عليكم


Saturday, April 22, 2017

Vivimos en un mundo en guerra

La guerra es un negocio complicado, a la vez que una terrible realidad de este mundo del que Allah (Alabado y exaltado sea, سُبْحَانَهُ وَتَعَالَىٰ ‎الله‎) es amo y señor único y absoluto.

Vivimos una época de guerra. Esa es la triste realidad que infortunadamente es ocultada a los ojos de la mayoría de los habitantes de esta Tierra. Los seres humanos estamos en guerra, ahora mismo, unos contra otros y aunque algunos vivamos en lugares donde los conflictos bélicos no tienen lugar directamente, la verdad es que los actos de guerra y sus consecuencias tarde o temprano nos alcanzarán si no es que ya lo hacen.

Un tipo de acto de guerra que ya alcanza a todos los rincones del planeta son los actos de propaganda que minuto a minuto, segundo a segundo, son emitidos por los diferentes agentes de comunicación que nos llegan hasta los lugares donde vivamos.

El autor de este Blog vive en México, por lo tanto, me encuentro en territorio de influencia económica, política y propagandística estadounidense. 

La mayoría, o más bien debo decir, TODA la gente que se encuentra a mi alrededor, ni siquiera tiene plena consciencia de que existe una guerra que se libra con violencia en lugares lejanos, sí, pero cuyas consecuencias nos alcanzan en cada uno de los minutos que salimos de nuestras casas, o que dejamos entrar contenidos ajenos a nuestro círculo más cercano.

Es decir, todos los mensajes que nos llegan por televisión, por la radio, por la internet principalmente, en cualquier momento nos transmiten piezas de propaganda para favorecer a una de las facciones de esta guerra. Tarde o temprano, en la mayoría de las comunicaciones que recibimos cotidianamente, salen a relucir temas importantes que están llenos de ideología y propaganda.

Aquí en México, la mayoría de la gente se preocupa, lógicamente, por cuestiones que les son más inmediatas, por ejemplo, la economía local, los precios de todo, los escándalos políticos locales, los problemas del país. Como digo, eso es lógico y natural. Sin embargo, cada vez más, a las personas no les queda otra alternativa sino empezar a mirar, cada vez más atentamente y cada vez más seguido, hacia hechos que suceden más allá de nuestras fronteras.

En cualquier momento, hechos que se desencadenen en países lejanos, podrían repercutir en un entorno aparentemente tan alejado, como México. Y así con todos los demás países que no viven directamente los conflictos.

Algunas personas racionalizan, cuando se enteran de conflictos geopolíticos lejanos y se dicen a sí mismas: "Por fortuna el mundo queda, tan, tan lejos....". Esa es una actitud práctica, porque hay veces que no ganamos nada con preocuparnos de hechos que ocurren en lugares lejanos, Ya suficiente tenemos con nuestros propios problemas, y con los problemas de nuestra comunidad alrededor.

Yo mismo me he planteado esta cuestión. Yo tengo mis propios asuntos personales, mi actividad y obligaciones para ganarme la vida, para dar a mi familia una vida grata. Existen conflictos y tareas cotidianas, más otras que se presentan de improviso.

Sin embargo, además de las tareas y obligaciones cotidianas, pienso que un hombre que se precie de serlo, debe tener una preocupación mayor que eso. Es decir, uno debe también mirar hacia algo más grande que uno mismo y su reducido mundo particular.

Esa necesidad de lo trascendente, por llamarlo de algún modo, puede ser cubierta por la religión, por el arte, por las diversiones y los placeres pasionales incluso. Los seres humanos somos tan elásticos. Podemos entrar en infinitud de posibilidades en gustos y aficiones.

En mi caso, como he escrito en este Blog, me he acercado a la religión, mi religión que es el islam (لإسلام). Luego, dentro de mi afición, que es comunicarme por medio de la palabra, me he encontrado reflexionando sobre qué deseo comunicar, qué podría ser lo más importante para mí, qué podría ser aquello que yo considere que más vale la pena dedicarle tiempo y esfuerzo.

Esto me ha llevado a decidir, que quiero poner un grano de arena en ayudar a otras personas a comprender mejor este mundo en que vivimos. Avanzar hacia esa comprensión no es una tarea placentera la mayoría de las veces. Supongo que es como un parto, que sabemos por oídas que es doloroso.

Cada nueva certeza puede ser dolorosa. Y la primera de esas certezas que surge tras observar e indagar atentamente, más allá de la superficie, es que estamos en guerra, y que en tiempos de guerra, lo que podamos escuchar y ver, por medio de intermediarios, es con mucha seguridad falso, falsedad al servicio de intereses de los que no tenemos ni idea. Pero por fortuna, podemos tener un atisbo de ellos y denunciarlos.

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En el nombre de Dios, el clemente, el misericordioso 
سْمِ اللهِ الرَّحْمٰنِ الرَّحِيْمِ

La paz de Dios sea contigo
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