Friday, June 12, 2015

El abuso de las sectas cristianas

Hoy es el día del Sagrado Corazón de Jesús, según el calendario católico. A propósito, en el desayuno estuve hablando con mis papás un poco de religión. Aproveché para criticar a las iglesias cristianas que atraen a prosélitos diciéndoles que en el templo y con sus pastores, o predicadores, tienen lugar milagros o supuestos milagros. Por eso los "cristianos", es decir, los protestantes, han medrado tanto, porque le prometen a la gente vivir milagros, verlos o experimentarlos.

El Islam no promete ningún milagro, el único milagro es que una persona siga a Dios y lo obedezca sin poder verlo directamente con sus sentidos sino con los ojos de la fe, que también contiene razón. La fe no es irracional, contrario a lo que muchos piensan, sino que es perfectamente racional.

Todos los libros sagrados (la Biblia, los Evangelios y el Corán) tienen un gran tema principal, que es la dificultad del hombre para obedecer a Dios, el clemente y misericordioso. Es muy difícil seguir a Dios y obedecerlo, a pesar de que es el mejor camino, probado y comprobado, para todos los hombres y mujeres. De hecho, es el único camino, todos los demás supuestos caminos que se puedan imaginar conducen a la ruina, a la infelicidad, a la confusión y a la locura, sin ninguna duda. Hay personas que, sin ser musulmanes, ni cristianos, ni judíos, ni adscritos a ninguna religión, han seguido el camino, sin saberlo, de la obediencia a Dios, al creador, de verdad es así.

Por cierto, un grupo de tradición cristiana, aunque fuera de la tradición protestante, que no ensalza los milagros, y que sigue las enseñanzas de la Biblia al pie de la letra y que en mucho coincide con el Islam, son los Testigos de Jehová. Las enseñanzas y el esfuerzo de los Testigos me parecen muy lógicas y razonables... Sin embargo, donde todo tuerce el camino es cuando apoyan toda su razón de ser en la supuesta llegada de Dios y de Jesucristo para destruir al mundo actual. 

Por cierto, el fin de este mundo se encuentra profetizado en la Biblia, sin embargo, me parece que los Testigos de Jehová, abusan al apoyar toda su razón de ser en la idea del Apocalipsis. Usan esa idea para ganar adeptos, a quienes aseguran que la Biblia predica la inminente llegada de Dios y de su Reino en la Tierra, justamente en estos tiempos y que todos nosotros lo vamos a ver. La realidad es que lo narrado en el Apocalipsis puede leerse en forma de parábola, alegoría o metáforas y no necesariamente se trata de afirmaciones que pretenden ser literales. En todos los siglos desde que Jesucristo fue crucificado, ha habido grupos de personas que han asegurado que es inminente la llegada de Dios para destruir este mundo y para castigar directamente a los impíos.

Por otro lado, Dios nos pide confiar en él, sin pretender conocer nosotros el futuro ni lo que pasa después de la muerte, pues eso sólo lo conoce Dios. 

Durante mi adolescencia, sufrí una fuerte crisis al darme cuenta de primera mano de la maldad que puede existir en el mundo. Urgía que encontrara algún apoyo espiritual, el cual nunca encontré en la Iglesia católica, por muchas razones y circunstancias. Mi hermano, que es un año menor que yo, había hecho dos amigos en su escuela, quienes eran Testigos de Jehová. Al principio, yo me burlaba de mi hermano y de sus creencias, diciéndoles que sus enseñanzas estaban equivocadas y que la ciencia había desmentido muchas de las creencias religiosas, en particular mucho de lo escrito en la Biblia.

Y por cierto, sé que mi hermano y sus amigos Testigos eran altaneros con sus profesores de la secundaria, a quien retaban en temas de ética, civismo y hasta de ciencia. Yo a mi vez, rebatía las creencias de mi hermano. Sin embargo, empecé a leer las revistas y los libros de los Testigos de Jehová y me atrapó su argumentación, su amor por el conocimiento de la Biblia y su esfuerzo por educar a la gente en religión. Me parecieron admirables todas sus publicaciones. Tenían un libro en donde se argumentaba a favor de la Creación en contraste con la Evolución. El libro estaba tan bien documentado que me parecía una defensa muy digna de la idea de que el universo fue Creado por Dios. Con ese libro, me di cuenta que las ideas religiosas pueden argumentarse con la mismísima ciencia. Por supuesto que se puede.

Estaba yo fascinado por las enseñanzas de los Testigos de Jehová, en todo lo que el contenido de la Biblia se refiere. Sin embargo, nunca me decidí a acercarme a ese grupo, sólo me quedé en leer sus libros y textos. Y es que, donde ya no me gustaba, era su énfasis en el Apocalipsis. Me parecía que seguir ciégamente a los Testigos, terminaría por convertirme en una persona que viviría apoyada en la ilusión, o en la esperanza de que un buen día, el cielo se abriría y llegarían las huestes de ángeles, lideradas por Jesucristo, para destruir al mundo, acabar con los impíos y premiar a todos los Testigos de Jehová.

Fue una lástima, porque la espiritualidad que encontré en las enseñanzas de la Biblia empezaba a darme una tranquilidad de mente, un orden en mi vida y una fortaleza en mi personalidad, que fueron muy positivos para mí. Desafortunadamente, la falta de fe en aquella esperanza en el Apocalipsis me hizo olvidarme de los Testigos de Jehová, pero también de la religión y de lo espiritual. Me fui por el camino que la inmensa mayoría de las personas toman, que es ir por la vida por el camino trazado por las costumbres de estos tiempos. No tengo que repetir, que esto conduce, con grandes probabilidades, a una vida ultimadamente vacía y sin chiste. 

Es una verdadera lástima que en aquel entonces haya yo ignorado que existe una religión, de un gran prestigio y muy extendida en el mundo, que sigue las enseñanzas de la Biblia, pero que no se recarga en la promesa del Apocalipsis, sino que dicta una forma de vida y de camino espiritual que es el de obediencia absoluta a Dios, y que no contiene creencias o expectativas extrañas sobre lo que va a ocurrir en el futuro.

Años después, he encontrado esa fe. Esa fe  es el Islam. No sé si sea el caso para otras personas, no me corresponde a mí determinarlo, sin embargo, para mí, se trata de una doctrina y una fe perfecta. Es la fe natural para todos los seres humanos. La fe original de Abraham, las enseñanzas sencillas de Dios, que sin embargo son tan difíciles de seguir y de encontrar para nosotros, seres humanos imperfectos y limitados.

Dios es grande.

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