LA VERDADERA REVOLUCIÓN DEL AMOR
Va mi traducción e interpretación libre de un artículo de Roman Krznaric, escritor australiano, fundador de La Escuela de la Vida, en Londres. Este artículo está basado en su libro "¿Cómo deberiamos vivir? Grandes ideas del pasado para la vida diaria" (Editado en inglés). Su sitio web es www.romankrznaric.com, y su twitter: @romankrznaric
(Comentarios míos entre paréntesis)
LAS 7 PALABRAS DE LOS GRIEGOS PARA EL AMOR
(Y POR QUÉ SABERLAS PUEDE CAMBIAR AL MUNDO)
(Y POR QUÉ SABERLAS PUEDE CAMBIAR AL MUNDO)
¿Buscas un antídoto al brutal énfasis moderno del amor romántico? Quizá, podamos aprender de las diversas formas de apego emocional celebradas por los antiguos griegos.
Hoy en día, los amantes del café tienen un vocabulario increíblemente sofísticado. Pueden querer un capuccino, un espresso, un americano, un latte de dieta, o qué tal un latte caramel.
Pues así de sofisticados eran los antiguos griegos en la forma en que hablaban del amor, ya que reconocían siete variedades diferentes. Nuestros griegos se hubieran quedado mudos por nuestra crudeza moderna al usar una sola palabra para situaciones tan diferentes como susurrar "Te amo" al fuego de las velas en una cena para dos, o para decir en la iglesia que debemos tener "amor" a Dios.
¿Cuáles eran entonces las siete formas de amor de los griegos? ¿Y cómo pueden estas palabras inspirarnos para trascender nuestra actual adicción al amor romántico, que tiene al 95% de la gente joven anhelando --y usualmente fracasando-- encontrar una única "alma gemela" que pueda satisfacer TODAS sus necesidades emocionales?
1. EROS O LA PASIÓN SEXUAL
El primer tipo de amor era eros, nombrado así por el dios griego de la fertilidad, (del cual Platón menciona que era en realidad un demonio, o sea un dios medio loco). Eros representaba la idea de la pasión sexual y el deseo. Pero los griegos no tenían una idea positiva de esta pasión, a diferencia de nosotros, que sobrevaloramos este sentimiento. De hecho, eros era visto como peligroso (¿Qué tal?) Sí, una peligrosa, furiosa e irracional forma de amor que podría tomar tu alma por asalto y poseerla toda --una idea que es compartida por muchos pensadores espirituales contemporáneos, como el escritor cristiano C.S. Lewis--.
Eros involucraba una pérdida de control que asustaba a los griegos. Lo cual es curioso, porque "perder el control" es precisamente lo que mucha gente ahora busca en una relación. ¿Acaso no todos deseamos quedar "locamente" enamorados?
(Quizá una forma de salvar al amor romántico, al eros, hoy en día sea reconociendo su última realidad, crudamente sexual, la cual frecuentemente se mantiene en el silencio. A este respecto no sorprende el gran éxito de la novela y película --artísticamente mediocres según se dice-- "Las 50 sombras de Gray", que celebra al sexo como representación, como juego de dominación y placer. La mayoría de psicólogos y sexólogos hoy en día recomiendan altamente a las parejas poner más seguido juntas las palabras "juego" y "sexo".)
2. PHILIA, O LA AMISTAD PROFUNDA
La segunda variedad del amor era philia o amistad (o fraternidad), que los griegos valoraban de lejos mucho más que el trasfondo sexual de eros. Philia concernía a la profunda camaradería que se desarrollaba en los hermanos de armas que habían luchado hombro a hombro en el campo de batalla. Y tenía que ver con mostrar lealtad a los amigos, sacrificarse por ellos, así como compartir las emociones con ellos.
Todos nosotros podemos preguntarnos qué tanta de esta philia tenemos en nuestras vidas. Es una pregunta importante en una era en que tratamos de amazar "amigos" en Facebook, o "seguidores" en Twitter, logros que no impresionarían nada, de seguro, a los antiguos griegos.
(3. STORGE, O EL AMOR DE LA MADRE Y DEL PADRE)
Pues así de sofisticados eran los antiguos griegos en la forma en que hablaban del amor, ya que reconocían siete variedades diferentes. Nuestros griegos se hubieran quedado mudos por nuestra crudeza moderna al usar una sola palabra para situaciones tan diferentes como susurrar "Te amo" al fuego de las velas en una cena para dos, o para decir en la iglesia que debemos tener "amor" a Dios.
¿Cuáles eran entonces las siete formas de amor de los griegos? ¿Y cómo pueden estas palabras inspirarnos para trascender nuestra actual adicción al amor romántico, que tiene al 95% de la gente joven anhelando --y usualmente fracasando-- encontrar una única "alma gemela" que pueda satisfacer TODAS sus necesidades emocionales?
1. EROS O LA PASIÓN SEXUAL
El primer tipo de amor era eros, nombrado así por el dios griego de la fertilidad, (del cual Platón menciona que era en realidad un demonio, o sea un dios medio loco). Eros representaba la idea de la pasión sexual y el deseo. Pero los griegos no tenían una idea positiva de esta pasión, a diferencia de nosotros, que sobrevaloramos este sentimiento. De hecho, eros era visto como peligroso (¿Qué tal?) Sí, una peligrosa, furiosa e irracional forma de amor que podría tomar tu alma por asalto y poseerla toda --una idea que es compartida por muchos pensadores espirituales contemporáneos, como el escritor cristiano C.S. Lewis--.
Eros involucraba una pérdida de control que asustaba a los griegos. Lo cual es curioso, porque "perder el control" es precisamente lo que mucha gente ahora busca en una relación. ¿Acaso no todos deseamos quedar "locamente" enamorados?
(Quizá una forma de salvar al amor romántico, al eros, hoy en día sea reconociendo su última realidad, crudamente sexual, la cual frecuentemente se mantiene en el silencio. A este respecto no sorprende el gran éxito de la novela y película --artísticamente mediocres según se dice-- "Las 50 sombras de Gray", que celebra al sexo como representación, como juego de dominación y placer. La mayoría de psicólogos y sexólogos hoy en día recomiendan altamente a las parejas poner más seguido juntas las palabras "juego" y "sexo".)
"Venus, Cupido, la Locura y el Tiempo",
(Afrodita y Eros para los griegos) de Agnolo Bronzino. Siglo 16.
2. PHILIA, O LA AMISTAD PROFUNDA
La segunda variedad del amor era philia o amistad (o fraternidad), que los griegos valoraban de lejos mucho más que el trasfondo sexual de eros. Philia concernía a la profunda camaradería que se desarrollaba en los hermanos de armas que habían luchado hombro a hombro en el campo de batalla. Y tenía que ver con mostrar lealtad a los amigos, sacrificarse por ellos, así como compartir las emociones con ellos.
Todos nosotros podemos preguntarnos qué tanta de esta philia tenemos en nuestras vidas. Es una pregunta importante en una era en que tratamos de amazar "amigos" en Facebook, o "seguidores" en Twitter, logros que no impresionarían nada, de seguro, a los antiguos griegos.
(3. STORGE, O EL AMOR DE LA MADRE Y DEL PADRE)
(Storge también llamado amor familiar. Es el concepto griego utilizado para el afecto natural,1 como el amor de un padre hacia sus hijos y viceversa).
(De forma general, puede ser utilizado como un término que describe el amor entre amigos y el deseo de que puedan cuidarse mutuamente. En este sentido es muy similar a philia.)
(Nuestra palabra amor viene de mamá. Se refiere al cariño de la madre y el padre. Pero el amor trasciende y en su regocijo quiere abarcar el todo, por eso toma tantas formas. Pero en su origen es el amor de la madre.)
4. LUDUS, O EL AMOR JUGUETÓN (¿Se sabían esta?)
Esta era la idea griega del amor juguetón, que se refería al afecto entre niños y amantes jóvenes. Todos hemos probado el sabor de esto en el coqueteo, y en la conquista de las etapas tempranas de una relación. Pero también vivimos nuestro ludus cuando nos sentamos en un bar, departiendo y riendo con amigos, o cuando salimos a bailar.
Bailar con extraños puede ser la mayor actividad lúdica, casi un juguetón substituto del sexo en sí mismo. Las normas sociales pueden arquear la ceja ante este tipo de frivolidad adulta, pero un poco de más ludus en nuestras vidas podría ser justo lo que necesitamos para añadir sabor a esto de vivir.
(El coqueteo con desconocidos puede ser una actividad efectivamente muy lúdica. Pero por cierto, un juego nunca debe ser incómodo para ninguna de las partes. El ludus practicado honesta y limpiamente no tiene porque causar problemas de acoso sexual u hostigamiento, problemas que preocupan a nuestras sociedades citadinas hoy en día).
5. ÁGAPE O EL AMOR PARA TODOS
El cuarto amor y quizás el más radical, era el ágape o el amor no egoísta. Este era el amor que se extendía a todas las personas, ya sea miembros de la familia o extraños. Ágape fue posteriormente traducido al latín como caritas, que es el origen de nuestra palabra "caridad".
C.S. Lewis se refería a este como "el amor regalado", la más alta forma del amor cristiano, y que también incluye el amor a Dios. Pero el concepto también aparece en otras tradiciones religiosas como en la idea de metta o "el amor universal bondadoso" en el Budismo Theravada.
Existe una creciente evidencia que el ágape se encuentra en peligrosa extinción en muchos países. Los niveles de empatía en Estados Unidos, por ejemplo, han declinado agudamente en los últimos 40 años, con la mayor caída registrada en la última década. Nuestra sociedad necesita urgentemente revivir nuestra capacidad de preocuparnos por extraños.
(Una gran oportunidad del ágape para manifestarse es en la política y en el servicio público, pero de nuevo, en estos ámbitos parece que los valores preponderantes son el beneficio propio y la acumulación de poder y dinero).
6. PRAGMA, O EL AMOR DURADERO
Otra palabra griega para el amor era el amor maduro, conocido como pragma. Este era el profundo entendimiento desarrollado entre parejas con mucho tiempo de casadas.
Pragma era acerca de hacer compromisos, para ayudar a que la relación funcionara en el tiempo, y mostrar paciencia y tolerancia.
El psiconalista Erich Fromm dijo que desperdiciamos mucha energía en "alcanzar el enamoramiento"
y que necesitamos aprender más como "permanecer enamorados". Pragma es precisamente acerca del amor permanente --hacer un esfuerzo por dar amor, en lugar de sólo recibirlo--. Con cerca de un tercio de primeros matrimonios en Estados Unidos que terminan en divorcio o separación durante los primeros 10 años, los griegos de seguro pensarían que deberíamos llevar una buena dosis de pragma en nuestras relaciones.
(Como los occidentales tenemos sólo una palabra para muchas formas de amor que los griegos diferenciaban, frecuentemente se escuchan decir cosas como: "el amor no dura", cuando lo que por fuerza no dura, es el arrebato del eros, pero lo que sí puede durar es este tipo de amor, para el que los griegos tenían una palabra específica y clara).
7. PHILAUTIA, O AMOR A SÍ MISMO
La séptima variedad de amor de los griegos era philautia o amor a sí mismo. Y los listos griegos se daban cuenta que había de dos tipos. Uno era una enferma variedad asociada al narcisismo, donde uno se vuelve obsesionado consigo mismo y concentrado en la fama y la fortuna personal. Una variedad sana de philautia expandía nuestra amplia capacidad para amar.
La idea era que si te gustabas a ti mismo y te sentías seguro con sí, tendrías gran cantidad de amor para dar a otros (como se refleja en el concepto de inspiración budista de "auto-compasión) O, como lo explicaba Aristóteles, "todos los sentimientos fraternos hacia otros son una extensión de los sentimientos del hombre a sí mismo".
VARIEDAD GRIEGA
Los antiguos griegos encontraron diversos tipos de amor en relaciones con una amplia variedad de personas --amigos, familia, esposos, extraños e incluso ellos mismos--. Esto contrasta con nuestra típica concentración en una sola relación romántica, en la que esperamos encontrar todas las diferentes formas de amor dentro de una sola persona o "alma gemela". El mensaje de los griegos es que debemos cultivar las variedades de amor y beber de sus distintas fuentes. No sólo buscar a eros, sino cultivar philia, al pasar más tiempo con viejos amigos, o desarollar ludus pasando una noche bailando.
Aun más, debemos abandonar nuestra obsesión con la perfección. No esperemos que nuestra pareja nos ofrezca todas las variedades del amor, todo el tiempo (con el peligro de que decidamos "desechar" a una pareja que fracasa en estar a la altura de nuestros deseos). Hay que reconocer que una relación comienza con mucho eros y ludus, y luego evoluciona hacia la formación de más pragma o ágape.
El sistema diverso de tipos de amor de la antigua Grecia también puede proporcionar consuelo. Al darnos cuenta de la medida en que las siete formas de amor están presentes en nuestras vidas, podríamos descubrir que tenemos más amor de lo que habíamos imaginado --incluso si se resiente la ausencia de un amante físico--.
Es tiempo de introducir las siete variedades de amor griego en nuestra cotidiana forma de pensar y hablar. Si los amantes del café merecen su propio sofisticado vocabulario, ¿por qué no lo merecería el arte de amar?
(La cosa no para aquí, existe una octava forma de amor griego que era la manía, y se refiere al amor obsesivo por cosas o actividades. En este sentido es parecido al ludus, pero más enfocado a cosas --o actividades--- que a personas.)
(Aquí de nuevo, hay una forma poco sana, que sería una obsesión por cosas dañinas, obsesión por aquello que en exceso es dañino, o la obsesión que nos aísla de frecuentar a otras personas o salir de nuestro mundo. Y hay una forma de mania muy sana, que se refiere a tener pasión por algún campo del quehacer humano. Esto ha quedado en muchas de nuestros palabras: melomania, cinemania, futbolmania etc.)
(Última reflexión. Esta redescubierta idea del amor terminaría con la nocion de que eros debe ser celoso. Si hay una forma de controlar a eros, es que los amantes en eros no olviden que se deben también a las demás formas de amor: philia, storge, ludís, ágape, pragma, philautia, y hasta mania).
Jorge Eduardo Jiménez
En Twitter: Ehecatl6
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Correo-e: ibetyouwishyouwererighthere@gmail.com
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posted by Jorge Eduardo at 9:00 AM
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