¿TIENE ALGUNA RELEVANCIA LA FE HOY EN DÍA?
Este septiembre, Mes Patrio, ha comenzado lluvioso en el Valle de México, aunque no falta el sol que calienta los días durante las horas diurnas. Hoy, día 19 del mes Dhu l-Qada, décimo primero del calendario lunar sagrado.
La fe, es decir, la fe religiosa, no tiene prácticamente ninguna relevancia, en el mundo moderno en que vivimos, es decir, en la vida dentro del sistema económico, político y legal de la mayoría de las naciones, incluido nuestro México, en el que nosotros, la personas de hoy, vivimos.
El modo de vida que llevamos, la forma de ganarnos el sustento, el disfrute de los avances tecnológicos de que disfrutamos, realmente no dejan mucho lugar para la fe y la vida espiritual. Seamos sinceros, miremos a nuestro alrededor, todos podemos vivir la vida sin preocuparnos gran cosa por Dios, la fe, los mandatos de los libros sagrados y todo eso --para eso están los sistemas legales y éticos laicos--. Esa es la realidad, podemos vivir sin ello, nada de eso es necesario. ¿O sí? Nuevamente, mire usted lector, a su alrededor, no necesitamos nada de eso. Podemos, eso sí, recurrir a la vida espiritual como un complemento quizá interesante, quizá útil al modo de vida que llevamos, pero de ninguna manera relevante, ni mucho menos esencial.
Así que para el funcionamiento y disfrute de nuestro modo moderno de vida, no necesitamos la fe, nadie la necesita, quizá sólo los muy viejos y los muy enfermos. Ahora bien, ¿necesitamos la fe y la espiritualidad para enfrentar los problemas que a todos nos aquejan? Pues tampoco son elementos esenciales. Este mundo, este sistema, se supone, pone a nuestra disposición muchos caminos para resolver nuestros problemas, encontrar consuelo y para, como decimos, "seguir la vida". En conclusión --y sólo basta mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta--, la fe ha pasado de moda, no es relevante, los seres humanos modernos podemos pasarla sin la religión. Millones de personas y sus vidas que continúan son prueba de ello. He dicho.
SECTA
Un día de los pasados días, caminaba yo por el centro de la ciudad de México, me detuve frente a un puesto de los Testigos de Jehová, esos donde últimamente exhiben, en las banquetas, su literatura educativa religiosa y de temas escatológicos. Charlé un poco con una señora testiga de Jehová, que se acercó a mí al notar que yo miraba sus folletos. Conversamos sobre varias cuestiones, entre ellas, la señora me dijo: "Mire usted este mundo lleno de maldad, infelicidad, injusticia", mientras señalaba a la gente que iba pasando por la céntrica avenida.
Yo le respondí, mientras también yo señalaba hacia la gente que pasaba: "Bueno, no todo es maldad en este mundo, mire usted, hay gente feliz y contenta, además mírelos, no se andan agrediendo ni matando unos a otros".
Hay gente religiosa --sí, todavía la hay-- cuya visión del mundo y de la vida es muy triste, patética y sombría.
Entre las cosas que le dije a la testiga es que hace pocos meses había yo decidido abrazar la fe --el Islam--, y que había yo leído en el Corán que los "hijos de Abraham", los cristianos, judíos y musulmanes, en realidad éramos hermanos. En cuanto ella escuchó la palabra "Corán", su actitud hacia mí cambió, me dijo que no estaba de acuerdo, me cuestionó sobre mis creencias, implicando siempre que todo lo que no era de los testigos --según ellos son los verdaderos y únicos seguidores de Jesucristo--, provenía de Satanás. Yo me sentí mal al oír eso, la verdad, pero evité polemizar con ella.
He aquí varias de las razones por las que la fe parece algo pasado de moda a muchas personas, no sólo pasado de moda, sino inútil, triste y sombrío. Claro, porque las enseñanzas de muchos grupos dizque religiosos son inútiles, tristes y sombrías en buena medida. Una de las desagradables creencias que suele tener gente religiosa --que se dice religiosa-- es la siguiente: "Mi fe es la (única) verdadera, yo tengo la inmensa fortuna y el privilegio de haber encontrado la Verdad, toda la demás gente está equivocada, no tiene el favor de Dios y seguramente será condenada".
Creo que es por esa razón que muchas personas hoy en día se cuidan de ser sólo "moderadamente religiosas". Las personas que son "fervientemente religiosas" --según ellas lo son-- suelen tener ideas extrañas en la cabeza. Extrañas en el mal sentido, a veces extrañas en el buen sentido, tenemos que reconocerlo.
FUERA DE ESTE MUNDO
Hay razones por las que las personas religiosas suelen tener ideas extrañas en la cabeza. La principal razón es que todos los credos espirituales que se precien de serlo aconsejan a sus seguidores o fieles apartarse de "ESTE MUNDO". Dice la Epístola de Santiago: "Apártate de este mundo corrompido".
Es decir, practicar la fe y la piedad, o como se dice, ser (verdaderamente) religioso NO es compatible con ser parte de este mundo, y cuando digo de "este mundo" me refiero a este sistema económico, político y legal en el que todos vivimos.
Y es que claro, se puede vivir en este mundo, en el sistema porque no existen alternativas, sin embargo aún viviendo en el sistema, se puede "estar fuera del sistema" y un medio para colocarse fuera del sistema es practicar la fe y llevarla a sus consecuencias lógicas que suelen ser consecuencias radicales.
Las personas religiosas, --personas verdaderamente religiosas, personas de fe-- tienden a ser radicales. Y cómo no van a serlo si tienen en la cabeza la idea de que deben seguir a peligrosos radicales que han caminado en este mundo en tiempos pasados. ¿Ejemplos? Van algunos: Moisés, Sócrates, Buda, Juan el Bautista, Jesucristo, Muhammed, Ghandi (la paz sea con ellos)....
E insisto: la fe y la piedad no tienen un lugar en el actual sistema moderno. Hablo de la fe y piedad verdaderas, que dudo sea la fe y la piedad de mi amiga testiga con la que conversé.
¿TODAS LAS RELIGIONES HABLAN DE LO MISMO?
Yo creo que la respuesta a esa pregunta es afirmativa.
Y para comprobarlo, la ciencia va a ser de mucha ayuda. Una de las ciencias más interesantes y que más han avanzado en el mundo es la ciencia de la neurobiología, es decir la ciencia que estudia el cerebro humano y su funcionamiento. Los estudiosos de esta disciplina han logrado descubrir, catalogar y describir --cada vez lo hacen con más precisión-- la red de estructura y elementos --neurotrasmisores-- que hacen funcionar al cerebro humano y que caracterizan a los estados emocionales que las personas experimentamos.
Pensemos: cuando personas que practican la fe, sienten una emoción de calma, de sosiego, producto de su práctica espiritual ¿Es diferente ese sentimiento en los budistas, en los católicos, en los musulmanes, o en los mormones? Independientemente de lo que pudieran decir todos estos practicantes, la ciencia nos puede decir, qué elementos en el cerebro --neurotrasmisores-- se activan como resultado de cierto estado emocional --en este caso la vivencia religiosa--. Es decir, las experiencias emocionales humanas están siendo descifradas químicamente nada menos que en el interior mismo de nuestros cerebros.
Por lo tanto, la ciencia del cerebro nos puede decir si estados emocionales como la calma resultado de una práctica religiosa son intrínsecos a todo ser humano, independientemente del credo religioso particular que practique. Y eso, los estudios científicos lo pueden medir, no sólo en el momento, sino en sus resultados a través del tiempo.
Porque... si existe un creador --y la gente de fe creemos que sí--, ¿Habrá una razón por la que nos hizo como no hizo? Evidentemente que sí. El Corán dice que Dios nos formó en el vientre materno y el conoce todos nuestros secretos de cómo fuimos hechos. Así que, yo concluyo que la gente de fe --o que se dice ser de fe-- se hace tonta --o más bien sus líderes los hacen tontos-- al pensar que su práctica religiosa es la única verdadera y que no tiene nada que ver con la práctica piadosa de grupos de otros credos.
¿TODO ES PECADO?
En tiempos pasados, cuando yo intentaba acercarme a la fe, sea la fe católica, o la fe protestante, que lo hice en varios momentos de mi vida, me disgustaba darme cuenta que decidirse a seguir esos credos implicaba que "todo fuera pecado". Es una frase exagerada, pero la escucho decir a mucha gente que intenta acercarse a la fe. No es que en las religiones "todo sea pecado", pero si hay muchas cosas que "son pecado". Es malo hacer esto, es malo hacer aquello. Por eso, pues es más fácil mejor ver a la religión sólo de lejos.
Hagamos una lista de algunas acciones que prácticamente TODAS las religiones prohíben, --o consideran pecado--:
- Mentir --así sean mentiras "pequeñas"
- Maldecir --decir groserías-- así sea "entre dientes" o en pensamiento.
- Ver espectáculos o representaciones pornográficas
- El sexo fuera del matrimonio
- Las sustancias intoxicantes --sean legales o ilegales--
- Privilegiar la "diversión"o el "entretenimiento", por encima de los asuntos piadosos
- Buscar ayuda para nuestras vidas en libros, medios y enseñanzas que no sean las de los libros sagrados
- Comer en exceso
- Trabajar en exceso
- Descansar en exceso
- Amar actividades, cosas o personas más que a Dios.
Bueno, la realidad es que, según mi experiencia, al tratar de acercarme con sinceridad a la fe, he descubierto, que la palabra "pecado" es hasta cierto punto irrelevante. No se trata de estar pensando en lo que es malo, si esto o aquello es "pecado". Simple y sencillamente, si sientes amor a Dios, pues vas a dejando atrás cosas o prácticas que antes considerabas atractivas o deseables en tu vida, pero ya no más, incluso se te empiezan a hacer intolerables.
Es lo que, en un lenguaje muy radical decía Jesucristo cuando sentenció, según el Evangelio --y aquí parafraseo--: "Si tu brazo es causa de tu perdición, córtatelo, si tu ojo causa tu perdición, sácate el ojo". En realidad, según pienso, lo que quiere decir es que cuando sigues con sinceridad a Dios, no tienes problemas de dejar atrás, dar la espalda a cosas o prácticas que para otras personas --no piadosas-- parecerían impensables de desprenderse.
LA FE y LA FELICIDAD: ¿DOS CAMINOS DIFERENTES?
Casi todo lo que se produce y publicita dentro de nuestro sistema político-económico en que vivimos, se encuentra manejado por hombres y mujeres "de negocios". Y lo que les interesa a los hombres de negocios es que lo que producen "se venda".
Hoy se dice que todo está en venta. Cuando a la gente se le dice que hay secretos para "tener éxito", se le dice que tiene que saber "venderse a sí mismo". Nos "vendemos" a nosotros mismos como trabajadores profesionales, pero también "vendemos" nuestras ideas, nuestros proyectos y hasta nuestra personalidad.
El lenguaje ético, psicológico y existencial de este sistema está imbuido por el espíritu de los negocios y el dinero. La felicidad en este sistema tiene que ver con el placer y con el éxito financiero. Y todo lo relacionado con este sistema nos hace creer que en el camino a la felicidad, cualquiera que esta signifique, no cabe la fe ni la piedad.
Hay una película llamada "La Búsqueda de la Felicidad" con Will Smith ("The Pursuit of Happyness", de 2006). Buena película, es decir, una historia entretenida y bien contada, sólo que el mensaje final es: la felicidad es la libertad y la fortuna de volverse millonario. Todo lo demás no importa o importa poco --salvo quizá transmitir dicha millonada a los hijos--. En serio, si no la has visto, amigo lector, busca esa película y verás.
Miremos a nuestro alrededor, la religión suele ser tratada como una actividad accesoria de nuestras vidas, de la cual podemos pasar. No es una idea muy popular decir que la fe y la piedad tienen como resultado la felicidad.
El otro día leí un Blog de un hermano musulmán, de Estados Unidos, hermano en la fe, que compartía su experiencia de practicar la oración (صلاة), y de tratar de hacerlo en la forma en que lo hacía el profeta Muhammed --que la paz sea con él--. Decía este hermano en la fe, que había caído en la cuenta de que el hombre es feliz, en la medida en que se encuentra cerca a su creador.
Tal es la esencia, la razón de ser, la idea principal tras la práctica de la fe. Yo pienso, imagino que otros credos, practicados con sinceridad, llevan al mismo resultado; pensar de otra manera me parecería soberbio de mi parte.
Así que, en mi opinión, se trata de un engaño decir, o un engaño a sí mismo pensar que la felicidad y la fe son dos caminos separados. No es así, una cosa lleva a la otra. Es mi convicción.
PIEDAD - TAQWA
La piedad significa pensar en Dios en nuestra vida cotidiana. Una persona de fe, no podría sino pensar en Dios TODO EL DÍA. Al despertar, el hacer cualquier actividad, se trata de hacerlo en nombre de Dios, con consciencia de Dios.
El término en el Islam es de origen árabe y la palabra equivalente a piedad es taqwa (تقوى).Un hombre o mujer de fe tienen la conciencia de Dios, actúan con taqwa, en todo momento. Eso los lleva a estar cerca de su creador, y a conocer la felicidad,
Hablamos de la verdadera felicidad. Al escribir estas palabras no puedo sino mencionar como sinónimo "la paz de Dios" (السلام). No importan los tiempos ni las circunstancias de nuestras vidas. ¿Si tenemos la paz de Dios, de qué otra cosa podemos precisar?
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En el nombre de Dios, el clemente, el misericordioso - بِسْمِ اللهِ الرَّحْمٰنِ الرَّحِيْ
La paz de Dios sea contigo - السلام عليكم


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