¿Por qué ISIS tiene potencial para ser más temible que el Tercer Reich?
En este post argumentaré que el llamado Estado Islámico de Iraq y Siria (ISIS por sus siglas en inglés) y su historia tienen paralelos con el Tercer Reich, también conocido como la Alemania Nazi, o el fascismo-nazismo. Este es un trabajo de análisis, no académico que sin embargo busca aportar luces al entendimiento de lo que está pasando en la situación mundial actual.
También argumentaré que además de que existen paralelos, el concepto detrás de ISIS tiene potencial para ser mucho más formidable como creación política, como enemigo militar de algunas países occidentales, que lo que fue el Tercer Reich en su momento.
LA JUSTIFICACIÓN
A grandes rasgos, recuérdese que la gran justificación más a la mano, más inmediata del Partido Nazi para subir al poder y llevar a cabo una política guerrera desde su principio, fue lo que a ojos de muchos alemanes era la opresión que los países ganadores de la Primera Guerra Mundial impusieron sobre Alemania, a través del Tratado de Versalles.
Existe y ha existido desde el origen, una gran discusión entre los historiadores e interesados en el tema sobre si las condiciones impuestas por los "aliados" en la Primera Guerra a Alemania incubaron una situación de resentimiento y deseo de revancha que permitió la subida al poder del Partido Nazi.
Respecto a ISIS,--y sus antecesores en el fundamentalismo árabe-islámico-- su justificación inmediata de la que se alimenta, es y ha sido la intromisión de Occidente en Medio Oriente, la opresión contra los pueblos que componen el Islam.
Aquí se da el primer paralelo, sólo que en el caso de Alemania, la verdadera opresión fue de corta duración, pues habría ocurrido entre 1918 hasta la subida al poder del Partido Nazi a comienzos de los años 30.
Por otro lado, cualquier persona puede recordar y/o comprobar que los conflictos entre el Islam y Occidente tienen una historia mucho, mucho más larga. Empezando porque la primera gran oleada de expansión del Islam, a partir del siglo VII, arrebató al entonces Imperio Romano y a la Cristiandad, el control de un vastisimo territorio: toda la costa mediterranea africana, Palestina y alrededores, Mesopotamia y Asia Menor (hoy Turquía). Mucho después, a partir del siglo XI, el Papa de Roma llamaría a la Cristiandad a viajar a Medio Oriente para arrebatar a los musulmanes el control de Tierra Santa. Miles de europeos, sobre todo habitantes de lo que hoy es Francia, se lanzaron a guerras de conquista ---las Cruzadas-- cuyo resultado militar, a la postre sería la derrota occidental y el triunfo del mundo musulmán, quien permanecería en control de casi todos los territorios en disputa.
Siguiendo con un relato a grandes rasgos, después del desmembramiento del Imperio Otomano --con capital en Turquía--, tras la Primera Guerra Mundial, las potencias europeas ganadoras, en especial Francia y Gran Bretaña se repartieron el control de los territorios árabes en Palestina, Siria, Mesopotamia y el Magreb, con resultados políticos cuyas repercusiones para la región se pueden sentir hasta ahora. Se recomienda al lector para comprender este proceso leer este artículo sobre el Acuerdo Secreto firmado por Francia y Gran Bretaña, de 1916 conocido como Sykes-Picot (Aquí). Nótese que el último párrafo de ese artículo de Wikipedia reza así: "Las consecuencias de su implementación (del acuerdo Sykes-Picot) crearon las condiciones de dominio Francés y Británico para los conflictos regionales que han impedido una paz duradera desde esa fecha".
Para terminar esta parte sólo haremos una enumeración rápida de los últimos acontecimientos de los conflictos en Medio Oriente: La creación de Israel, la primera guerra contra Iraq por la invasión de éste a Kwait, los sucesos del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y las subsecuentes invasiones por parte de EE.UU. y aliados a Afganistán e Iraq, así como las acciones de EE.UU. y sus aliados para promover la caída de regímenes en Libia, Siria, entre otros países.
Como se puede ver, la situación de conflicto, y enfrentamiento entre potencias occidentales contra naciones árabes hacen palidecer cualquier cadena de sucesos de ese tipo que hayan tenido lugar contra Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial. En la Alemania nazi, la situación de tensión y opresión creó condiciones para el advenimiento del Tercer Reich; en el caso de Medio Oriente, los grupos de guerra han surgido durante mucho tiempo, pero hoy podríamos estar ante el surgimiento de algo igual o más temible que el Tercer Reich. Y para argumentar esto, vemos que existen más paralelos.
EL LÍDER
No va a ser necesario describir a detalle una historia que es de sobra conocida: el surgimiento en la escena política de Adolfo Hitler, un líder extraordinariamente capaz desde el punto de vista político que supo capitalizar el resentimiento por las condiciones que los alemanas consideraban injustas como parte del Tratado de Versalles.
Por otro lado, hasta ahora, en esta parte final del año 2015, no se ha hablado en realidad mucho sobre el líder de ISIS. Sin embargo, se invita al lector a echar un vistazo a una semblanza biográfica publicada por la revista Newsweek sobre Abu Bakr al-Bagdadi, un hombre de 44 años, líder de ese grupo guerrillero-terrorista, quien más recientemente ha cambiado su nombre y ha tomado un título que presuntamente le fue dado por sus seguidores: el de califa, para llamarse ahora Califa Ibrahim, o Califa Abraham.
No vamos aquí a comparar a al-Bagdadi con Hitler, sin embargo, si el lector tiene a bien leer el artículo enlazado, se dará cuenta de que hay elementos que son sumamente inquietantes, e interesantes a decir verdad, desde el punto de vista histórico.
Estamos ante el surgimiento de un líder político inusualmente capaz, tal como lo menciona la semblanza escrita por el periodista William McCants. Si el encumbramiento del Partido Nazi no puede explicarse sin su líder, el reciente y veloz fortalecimiento de ISIS tampoco puede explicarse sin la dirección de su jefe político-religioso, guardando toda proporción.
Este es pues, otro paralelo entre lo que fue la historia del Tercer Reich, y el de este surgimiento apenas del denominado Estado Islámico. El tiempo dirá si el destino --y Dios por supuesto-- le concede a al-Bagdadi un papel en la historia humana más allá de lo que hasta ahora ha acontecido. Lo que es inquietante es que aun los rasgos generales de este liderazgo son completamente desconocidos por la mayoría de las personas en occidente.
Una fortaleza de ISIS, por lo tanto, es que cuenta con un líder capaz a su cabeza. Sin embargo esta también puede ser una gran debilidad. Es claro, y eso cualquier lo puede suponer tras leer el artículo de Newsweek, que si al-Bagdadi resulta capturado o muerto por cualquiera de sus enemigos, lo que hoy se conoce como ISIS podría ver comprometida su existencia como se ha venido dando hasta ahora.
EL TÍTULO
Una vez acaparado todo el poder en Alemania, como se sabe, Hitler se dio a sí mismo el título de Fuhrer, una palabra en alemán que se dio para sí mismo, por él y sus allegados, que puede ser traducida al español como "Guía", "Líder". Hitler tomó este título en imitación de Benito Mussolini, quien se tituló a sí mismo "Duce", término italiano proveniente del latín "Dux", que también significa líder o guía.
Sin embargo, el título de Fuhrer puede también ser traducido como Emperador (desde el punto de vista semantico y conceptual, mas no histórico ya que el Emperador por fuerza tendría que ser coronado en Roma), si tomamos en cuenta que la palabra latina "imperator", de donde tomó su título el primer emperador romano, César Augusto (63 a.C.-14 d.C.), significa igualmente, "líder", "guía", "comandante". El título de Imperator se utilizaba durante la República romana para denominar a líderes militares --comandantes--, pero después, con Julio César (100-44 a.C.), el término se amplió para designar a un líder militar pero también político, hasta que con César Augusto, el primer Imperator, el término vino a significar un "líder" en la acepción más absoluta y abarcadora del término. El emperador era guía, cabeza, líder de un pueblo en todos sus aspectos, justamente como lo que quería ser Hitler, un poder absoluto sobre un gran Imperio o Reich.
Así que tenemos a Hitler con su impresionante título honorífico. Ahora para seguir con nuestro trazo de paralelos, veamos que en el caso del líder de ISIS, Abu Bakr Al-Bagdadi, él ya se ha dado un título, este es el título de Califa que en árabe quiere decir Sucesor (خَليفة).
Para abundar un poco más sobre los términos Fuhrer, Comandante, Emperador (después de la caía del Imperio Romano, el Emperador es usualmente alguien que es coronado por el Papa de Roma), notemos que en la historia occidental, muchos individuos importantes con pretensiones absolutistas, han pretendido darse términos de Emperador o equivalente. Fueron los casos de Carlomagno, y Napoleón (en estos casos, ambos coronador por el Papa de Roma). Más recientemente, muchos dictadores y absolutistas han tomado un término equivalente al del Fuhrer hitleriano. Es el caso de Fidel Castro, quien siempre ha sido y fue el "Comandante", es decir, el líder, el guía, no sólo militar y político del Estado como ente burocrático sino de toda la Revolución cubana, como ideal de vida.
Pero fuera de Occidente, en particular en el mundo islámico, el título para denominar a un guía político, moral, pero también religioso de toda una extensa nación o cúmulo de pueblos es el de Califa, el cual como dijimos se traduce como Sucesor y se refiere al sucesor del profeta Muhammad (la paz sea con él), el mensajero y enviado de Dios, quien dio al mundo la palabra divina en forma de escritura, por medio del libro el Corán.
El concepto de Califa no aparece en el Corán, puesto que Muhammad no designó en vida a ningún sucesor ni estableció la forma de designar a alguno. Sin embargo, históricamente el título de Califa fue creado por la tradición y fue bajo la dirección de varios califas que el pueblo árabe creó un vastísimo imperio que abarcaba todas las regiones arrebatadas a la cristiandad, más lo que antaño había sido el Imperio Persa. El tiempo del Califato, particularmente alrededor del siglo IX, coincide con lo que podemos denominar la Edad de Oro del Islam, en el que se conformó un territorio de muchas naciones donde convivían musulmanes, con judíos y cristianos y donde se practicaron en su más alta expresión, las artes, las ciencias y la filosofía.
Por lo tanto, podemos decir que el título de Califa tiene unas resonancias y un prestigio equivalentes al término de Emperador en Occidente, con sus diferencias culturales y conceptuales por supuesto.
Después de los grandes califas históricos, ha habido individuos que han pretendido ostentar el título de Califa, pero ninguno ha alcanzado el prestigio y esplendor de los califas de alrededor del siglo IX.
Ahora, en este siglo XXI, Abu Bakr al-Bagdadi, se hace llamar a sí mismo. el Califa Abraham. Vease en la semblanza de Newsweek que la familia de al-Bagdadi clama estar en la línea hereditaria de las personas allegadas al Profeta Muhammad.
La vasta mayoría de los musulmanes, individuales y como grupos y naciones, seguramente no han reconocido y difícilmente reconocerán a al-Bagdadi como Califa. Sin embargo, aún está por verse cómo seguirá resonando este legendario título en las mentes de los musulmanes de Medio Oriente. Los analistas saben que el liderazgo carismático de al-Bagdadi, junto con su uso propagandístico del título de Califa, ya han logrado que le sea rendida pleitesía y adhesión por parte de grupos guerrillero-terroristas que combaten en regiones tan alejadas de Siria-Iraq como Libia y Nigeria, este último territorio donde medra el grupo Boko Haram, quien ha anunciado su adhesión a ISIS.
Así que para concluir este apartado señalamos otro paralelo más entre ISIS y el Tercer Reich. Sus líderes tomaron para sí mismos títulos grandilocuentes, con sus diferencias obvias, pero con los que ambos pretendieron apelar a siglos y siglos de historia y de prestigio, detrás de estos conceptos.
LA "IDEOLOGÍA"
Hitler y sus allegados lograron tejer una ideología que llegó a ser tan atractiva que a través de ella lograron la conformación de un sólido partido que se volvería en pocos años un partido nacional, además de que lograron cautivar a millones de alemanes de nacionalidad, a personas de habla alemana en otros países, y aún a sectores no alemanes en el resto de Europa.
El nacional-socialismo fue una mezcla que se alimentó del férreo nacionalismo copiado del fascismo italiano, pero con un acento alemán marcadísimo. Asimismo, Hitler utilizó el socialismo en sus componentes colectivistas y de justicia social para una nación, pero despojando a esta ideología de su pretensión internacionalista --comunista en estricto sentido-- característica del marxismo, especialmente en su versión soviética.
Añádase a esta mezcla el antisemitismo, una "tradición" de larga alcurnia en la historia europea.
Hitler tomó ideologías que pueden llegar a ser nobles en su esencia, como el nacionalismo entendido como el amor a la Patria, y el socialismo como un ideal ético-político que busca hacer contrapeso al crudo capitalismo liberal. Y logró con ellas dar esperanza y otorgar sueños a toda una nación desencantada con la Historia.
Hitler llevó a estas ideas a sus extremos más deleznables gracias a la mano del racismo, la idea de la supremacía de la "raza aria", en oposición a los pueblos que consideraba extraños a la "Europa aria", en este caso personificados en los judíos pero también en los eslavos --rusos y balcánicos--. El racismo hitleriano es una de las peores aberraciones que haya llegado a construir algún grupo humano en la Historia. Comenzando por el hecho de que los "judíos" difícilmente son una "raza", no lo son ahora ni lo eran entonces. Los judíos son un grupo religioso, cultural si se quiere, que usualmente se compone de las razas de los lugares donde habitan sus comunidades.
La mezcolanza ideológica del Tercer Reich era algo "nuevo", "moderno"; utilizaba una idea relativamente nueva --socialismo--, con otra un poco más antigua --el nacionalismo--, con otra muy antigua --al racismo antisemita--. Con estas ideas Hitler apuntaba a construir algo que nunca se había visto en la historia: la Gran Alemania, el Tercer Reich entendido como un imperio que abarcaría, en primera instancia toda Europa, un imperio que rebasaría en grandeza al mismo Imperio Romano.
Vamos a señalar aquí un hecho interesante: la ideología nazi no tiene un texto fundacional, no existe ningún libro o conjunto de libros importantes en donde el Tercer Reich se haya apoyado para justificarse o para adquirir su prestigio, más allá del libro de Hitler --"Mi Lucha"--, y de los documentos del Partido Nazi, que son obras bastante menores. De ahí que siempre se piense en el nazismo como un movimiento moderno, no tanto volteado hacia la tradición del pasado, sino a la "construcción" de un futuro.
Consideremos ahora la "ideología" que está detrás del fundamentalismo de ISIS. A diferencia del nazismo, ISIS tiene como su fuente de ideología un documento que es uno de los más grandes e importantes productos escritos de la historia humana, es decir el Corán; veamos pues que, a semejanza del nazismo, ISIS toma un ideario de gran nobleza --como el nazismo tomó al socialismo y al nacionalismo--, para justificar su acción política.
Tanto el socialismo-nacionalismo de los nazis por un lado, como el Corán por el otro, son elementos culturales que tienen un gran prestigio y atractivo para muchas personas. Podemos aventurar decir que a este respecto, el Corán es un elemento cultural aún mucho más poderoso para los pueblos del Islam, de lo que pueden ser el socialismo y el nacionalismo para los pueblos occidentales. El Corán ha sido históricamente un producto cultural tan poderoso, que literalmente ha diluido, o digamos que se ha "tragado" a naciones enteras. A partir del siglo VII, países enteros han cambiado su lengua originaria por el árabe, con la idea de poder leer el Corán; naciones enteras han cambiado su cultura original --especialmente la religión-- para abrazar el Islam. Como escribió un día el historiador Thomas Carlyle, hechos así son imposibles de lograrse por la pura y bruta fuerza, por la pura espada.
No estamos diciendo aquí que ISIS represente al Corán, de la misma manera que el nazismo no representaba por sí mismo al nacionalismo ni al socialismo. Lo que estamos diciendo es que ambas manifestaciones políticas utilizaron estas fuentes nobles en un contexto guerrero, para construir entes políticos --el Tercer Reich e ISIS-- que opusieron al que consideraban su gran enemigo militar: las potencias occidentales, en ambos casos, aunque por supuesto en circunstancias diferentes.
Y respecto al racismo como ideología creadora de un "enemigo" peligroso, debemos decir que ni el Corán, ni el Islam tienen componentes racistas, antes bien, son enemigos de los racismos. Sin embargo, ISIS construye al enemigo en términos más bien religiosos en lugar de raciales. En lugar de atacar a los judíos o a los cristianos en tanto "razas", ISIS los ataca en su carácter de "infieles".
El Corán divide al género humano entre los piadosos, los temerosos de Dios (en árabe Muttaquin لِّلْمُتَّقِينَ), y los infieles (en árabe kuffar كفّار ). Pero de ningún modo establece que los piadosos sean los que se dicen musulmanes y los infieles sean los judíos y los cristianos. Tal interpretación sería absolutamente desviada. El Corán dice claramente que a los ojos de Dios, tanto los judíos como los cristianos son gratos, siempre y cuando sean piadosos. Asimismo, cuando el Corán describe a los infieles, una mente abierta se puede dar cuenta que en esa categoría puede incluir a aquellos que quizá se nombren a sí mismos musulmanes, pero que en realidad carecen del temor a Dios.
Sin embargo, de nuevo, ISIS pervierte estas nobles enseñanzas para darles un uso político, construir al enemigo "infiel", con método parecido con el que Hitler construyó al enemigo de "raza inferior".
Un aspecto que debe ser de alerta y preocupación es que, mientras los enemigos de los nazis comprendían --o eran capaces de comprender--- perfectamente los términos de su ideología originaria, en Occidente existen muy pocas personas capaces de comprender, de un día para otro, al Corán y sus complementos, que son las tradicionales enseñanzas del profeta Muhammed --conocidas en conjunto como la Sunnah سنة -- . Hay obstáculos para la comprensión del Corán, de buenas a primeras, por cualquier persona, por instruida que sea. En primer lugar, es necesario comprender el árabe, o al menos estar dispuesto a aprender nociones de ese idioma, y en segundo lugar, al ser un poema místico, un libro sagrado, hay que al menos estudiarlo con la devoción de una persona de fe, así sea una fe secular en la razón, en el sentido más noble de esta palabra. Lea usted amigo lector, como en el artículo de Newsweek citado arriba, se dice que los fundamentalistas islámicos tejían sus estrategias, en escritos árabes y cifrados en lenguaje religioso, bajo las mismas narices de los soldados estadounidenses en la prisión de Camp Bucca, Iraq, construida por Washington.
Los estadounidenses y sus aliados, al incursionar militarmente en las milenarias tierras de oriente, pueden estar desatando fuerzas difíciles de comprender y predecir, mucho más terribles quizá, que las fuerzas que subyacieron al propio nazismo.
LA "ESTRATEGIA"
Desde antes de volverse poderoso, Hitler tenía una estrategia político-militar, muy loca, desquisiada, megalómana, la cual nunca ocultó, puesto que hasta escribió un libro exponiéndola. Hitler pretendía provocar una guerra contra los enemigos tradicionales de Alemania: Francia y Gran Bretaña. Pretendía con ello someter al menos a Francia --lo cual logró en efecto-- y después ir al Oriente tras una de sus metas más queridas: acabar con los rusos y su Unión Soviética.
Hitler pensaba que sería sencillo destruir a la URSS --esos eslavos inferiores, pensaba él--, lo cual le permitiría retornar al frente occidental y poder negociar una paz ventajosa con Gran Bretaña, y eventualmente poder hacer lo mismo con los Estados Unidos, aunque no descartaba una guerra contra éstos. Señalemos aquí que Hitler consideraba a Francia, GB y EE.UU. como naciones potencialmente aliadas, puesto que veía a sus élites gobernantes como parte de su "raza aria".
Luego de este sometimiento-negociación con el mundo anglosajón, pensaba el futuro Fuhrer, ya nada detendría a la Gran Alemania para ir por el resto del mundo.
Estas ideas de demente constituirían el plan general, el plan maestro del Tercer Reich.
Pues bien, resulta que ISIS tiene un plan algo similar en esencia. Una diferencia es que el plan de los fundamentalistas no es producto de la mente de una sola persona. La organización antecesora de ISIS, la famosa pero ya disminuida al-Qaeda, publicó hace años varios documentos en los cuales voceaba su estrategia general para "dominar al mundo", o al menos para lograr un gran triunfo geopolítico.
Hace algunos años este plan de al-Qaeda seguramente movía a risa. En la actualidad, el humor parece ser menos probable.
Según este plan, tras los ataques del 11 de septiembre contra Nueva York, EE.UU. y sus aliados se embarcarían en una guerra de represalia contra los países del Islam. Lo cual ocurrió.
Pocos años después, pasado el años 2010, al-Qaeda preveía que los pueblos de naciones árabes como Argelia, Libia, Siria, se levantarían para derrocar a sus dictadores de muchos años. Esto para efectos prácticos ocurrió y/o está ocurriendo.
Para ese tiempo, al-Qaeda pensaba que sería momento de que fuera declarado el Califato, el ente político que sería el medio para unir a todos los musulmanes del mundo. Dicha declaración, por más que se quiera subestimar, en la práctica ya ocurrió, con ISIS y con su líder Abu Bakr al-Bagdadi, aka Califa Abraham.
Luego de la declaración del califato, al-Qaeda y su plan maestro --que se sabe también es el de ISIS-- preveían que occidente, es decir EE.UU. y sus aliados, realizarían una gran invasión, lo cual prepararía las cosas para una última gran batalla de tintes apocalípticos, la cual tendría lugar en algún lugar de Siria. Esta batalla podría ser una batalla literal, o bien una metáfora para una gran guerra. Quizá los cristianos evocarán al leer esto, la famosa batalla apocalíptica de Armagedon.
En fin, que las cartas están echadas. No nos queda a nosotros, humildes observadores, sino esperar, a ver cómo se desarrollan los acontecimientos en el futuro, respecto a este problema,que, si ciertas condiciones se cumplen, podría asemejarse a lo ocurrido en la Segunda Guerra Mundial, cosa que nadie, por supuesto, debe desear. (Recordemos que en este coctel también están metidos Rusia y sus intereses, y en cierta medida, China y sus intereses... Irán y sus intereses ... Israel y sus intereses.).
EL MÚSCULO MILITAR
Aquí hay una gran diferencia por supuesto. Alemania era una gran potencia industrial antes de la Primera Guerra Mundial. El tratado de Versalles limitó su progreso económico pero los ganadores de la guerra no desmantelaron la industria alemana.
Hitler, tras conseguir el poder, logró sacudirse los obstáculos para la industria alemana, reactivar la construcción de todo tipo de productos y por supuesto de armamento, y todo con la disciplina y la eficiencia de los alemanes.
Los árabes no son los alemanes, se diría, aludiendo a la nacionalidad de los fundamentalistas de hoy.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que ISIS ya ocupa un territorio --parte de Iraq y parte de Siria--, donde cobra impuestos y donde recibe dinero proveniente de individuos acaudalados repartidos por todo el mundo árabe-islámico. Además de que todos los días recibe ganancias por la venta de petróleo en el marcado ilegal.
En el plano monetario, los planes de ISIS son el introducir su propia divisa, basada en el oro y la plata, "con el fin de sustraerse del sistema monetario internacional, basado en el dólar". Eso lo dice, Guillermo Barba, economista mexicano, columnista de la revista Forbes, quien hace un análisis (Aquí) sobre lo acertada que es esta decisión de ISIS, desde el punto de vista estrictamente económico.
El crecimiento o no de ISIS dependerá de muchos factores, especialmente la reacción de sus enemigos, que son las potencias Occidentales, más Rusia, Iraq, los kurdos, Assad, quienes por ahora se encuentran todos divididos.
EL ANTISEMITISMO
El Tercer Reich fabricó escándalosamente un enemigo en los judíos, una próspera minoría cultural y religiosa que ha sufrido ataques en Europa desde hace por lo menos casi 2 mil años.
Los ataques contra los judíos en Europa no tienen punto de comparación con la forma en que han vivido los judíos en el mundo árabe desde antiguo hasta la creación del estado de Israel.
No vamos a resumir aquí la historia de Israel; se han escrito bibliotecas enteras sobre el tema. Sólo señalaremos que a partir de la creación del estado judío, el equilibrio en Medio Oriente ha quedado seriamente afectado.
Hasta ahora, ISIS no ha enfocado sus baterías hacia Israel, pero en su retórica ha mencionado que busca su destrucción.
TEATRO DE GUERRA
En la cosmovisión de las tres religiones abrahámicas --Cristianismo, Judaísmo e Islam-- la ciudad de Jerusalén no sólo es el centro del mundo, sino el centro del Universo. Un centro simbólico por supuesto. Y no en balde las tradiciones escatológicas de las tres religiones ubican los sucesos del "fin del mundo" entorno a Jerusalén.
Aparte de los simbolismos, debemos observar cómo el gran conflicto que parece estarse preparando ocurriría en un teatro de guerra que amenaza con ser incendiado por todos los intereses que convergen en esta región.
La Segunda Guerra Mundial fue en realidad una guerra entre europeos, a la que se sumó Japón --EE.UU. puede ser considerado una extensión de la historia de Europa--. Hablo aquí de verdaderos protagonistas. Pero el riesgo en está segunda década del Siglo XXI es que un conflicto mucho mayor pueda incendiar al mundo. Fijémonos en todos los intereses en convergencia en Levante: EE.UU. y sus aliados principales, Francia y Gran Bretaña; Rusia, Turquía, Israel, las monarquías árabes, Irán, Pakistán, India, China. Todos esos países pretenden tener intereses en toda la zona de Palestina, Siria y Mesopotamia.
Tener un conocimiento de los riesgos, es el primer paso para tomar medidas para no repetir la historia de destrucción y muerte de otras épocas.
Hitler y sus allegados lograron tejer una ideología que llegó a ser tan atractiva que a través de ella lograron la conformación de un sólido partido que se volvería en pocos años un partido nacional, además de que lograron cautivar a millones de alemanes de nacionalidad, a personas de habla alemana en otros países, y aún a sectores no alemanes en el resto de Europa.
El nacional-socialismo fue una mezcla que se alimentó del férreo nacionalismo copiado del fascismo italiano, pero con un acento alemán marcadísimo. Asimismo, Hitler utilizó el socialismo en sus componentes colectivistas y de justicia social para una nación, pero despojando a esta ideología de su pretensión internacionalista --comunista en estricto sentido-- característica del marxismo, especialmente en su versión soviética.
Añádase a esta mezcla el antisemitismo, una "tradición" de larga alcurnia en la historia europea.
Hitler tomó ideologías que pueden llegar a ser nobles en su esencia, como el nacionalismo entendido como el amor a la Patria, y el socialismo como un ideal ético-político que busca hacer contrapeso al crudo capitalismo liberal. Y logró con ellas dar esperanza y otorgar sueños a toda una nación desencantada con la Historia.
Hitler llevó a estas ideas a sus extremos más deleznables gracias a la mano del racismo, la idea de la supremacía de la "raza aria", en oposición a los pueblos que consideraba extraños a la "Europa aria", en este caso personificados en los judíos pero también en los eslavos --rusos y balcánicos--. El racismo hitleriano es una de las peores aberraciones que haya llegado a construir algún grupo humano en la Historia. Comenzando por el hecho de que los "judíos" difícilmente son una "raza", no lo son ahora ni lo eran entonces. Los judíos son un grupo religioso, cultural si se quiere, que usualmente se compone de las razas de los lugares donde habitan sus comunidades.
La mezcolanza ideológica del Tercer Reich era algo "nuevo", "moderno"; utilizaba una idea relativamente nueva --socialismo--, con otra un poco más antigua --el nacionalismo--, con otra muy antigua --al racismo antisemita--. Con estas ideas Hitler apuntaba a construir algo que nunca se había visto en la historia: la Gran Alemania, el Tercer Reich entendido como un imperio que abarcaría, en primera instancia toda Europa, un imperio que rebasaría en grandeza al mismo Imperio Romano.
Vamos a señalar aquí un hecho interesante: la ideología nazi no tiene un texto fundacional, no existe ningún libro o conjunto de libros importantes en donde el Tercer Reich se haya apoyado para justificarse o para adquirir su prestigio, más allá del libro de Hitler --"Mi Lucha"--, y de los documentos del Partido Nazi, que son obras bastante menores. De ahí que siempre se piense en el nazismo como un movimiento moderno, no tanto volteado hacia la tradición del pasado, sino a la "construcción" de un futuro.
Consideremos ahora la "ideología" que está detrás del fundamentalismo de ISIS. A diferencia del nazismo, ISIS tiene como su fuente de ideología un documento que es uno de los más grandes e importantes productos escritos de la historia humana, es decir el Corán; veamos pues que, a semejanza del nazismo, ISIS toma un ideario de gran nobleza --como el nazismo tomó al socialismo y al nacionalismo--, para justificar su acción política.
Tanto el socialismo-nacionalismo de los nazis por un lado, como el Corán por el otro, son elementos culturales que tienen un gran prestigio y atractivo para muchas personas. Podemos aventurar decir que a este respecto, el Corán es un elemento cultural aún mucho más poderoso para los pueblos del Islam, de lo que pueden ser el socialismo y el nacionalismo para los pueblos occidentales. El Corán ha sido históricamente un producto cultural tan poderoso, que literalmente ha diluido, o digamos que se ha "tragado" a naciones enteras. A partir del siglo VII, países enteros han cambiado su lengua originaria por el árabe, con la idea de poder leer el Corán; naciones enteras han cambiado su cultura original --especialmente la religión-- para abrazar el Islam. Como escribió un día el historiador Thomas Carlyle, hechos así son imposibles de lograrse por la pura y bruta fuerza, por la pura espada.
No estamos diciendo aquí que ISIS represente al Corán, de la misma manera que el nazismo no representaba por sí mismo al nacionalismo ni al socialismo. Lo que estamos diciendo es que ambas manifestaciones políticas utilizaron estas fuentes nobles en un contexto guerrero, para construir entes políticos --el Tercer Reich e ISIS-- que opusieron al que consideraban su gran enemigo militar: las potencias occidentales, en ambos casos, aunque por supuesto en circunstancias diferentes.
Y respecto al racismo como ideología creadora de un "enemigo" peligroso, debemos decir que ni el Corán, ni el Islam tienen componentes racistas, antes bien, son enemigos de los racismos. Sin embargo, ISIS construye al enemigo en términos más bien religiosos en lugar de raciales. En lugar de atacar a los judíos o a los cristianos en tanto "razas", ISIS los ataca en su carácter de "infieles".
El Corán divide al género humano entre los piadosos, los temerosos de Dios (en árabe Muttaquin لِّلْمُتَّقِينَ), y los infieles (en árabe kuffar كفّار ). Pero de ningún modo establece que los piadosos sean los que se dicen musulmanes y los infieles sean los judíos y los cristianos. Tal interpretación sería absolutamente desviada. El Corán dice claramente que a los ojos de Dios, tanto los judíos como los cristianos son gratos, siempre y cuando sean piadosos. Asimismo, cuando el Corán describe a los infieles, una mente abierta se puede dar cuenta que en esa categoría puede incluir a aquellos que quizá se nombren a sí mismos musulmanes, pero que en realidad carecen del temor a Dios.
Sin embargo, de nuevo, ISIS pervierte estas nobles enseñanzas para darles un uso político, construir al enemigo "infiel", con método parecido con el que Hitler construyó al enemigo de "raza inferior".
Un aspecto que debe ser de alerta y preocupación es que, mientras los enemigos de los nazis comprendían --o eran capaces de comprender--- perfectamente los términos de su ideología originaria, en Occidente existen muy pocas personas capaces de comprender, de un día para otro, al Corán y sus complementos, que son las tradicionales enseñanzas del profeta Muhammed --conocidas en conjunto como la Sunnah سنة -- . Hay obstáculos para la comprensión del Corán, de buenas a primeras, por cualquier persona, por instruida que sea. En primer lugar, es necesario comprender el árabe, o al menos estar dispuesto a aprender nociones de ese idioma, y en segundo lugar, al ser un poema místico, un libro sagrado, hay que al menos estudiarlo con la devoción de una persona de fe, así sea una fe secular en la razón, en el sentido más noble de esta palabra. Lea usted amigo lector, como en el artículo de Newsweek citado arriba, se dice que los fundamentalistas islámicos tejían sus estrategias, en escritos árabes y cifrados en lenguaje religioso, bajo las mismas narices de los soldados estadounidenses en la prisión de Camp Bucca, Iraq, construida por Washington.
Los estadounidenses y sus aliados, al incursionar militarmente en las milenarias tierras de oriente, pueden estar desatando fuerzas difíciles de comprender y predecir, mucho más terribles quizá, que las fuerzas que subyacieron al propio nazismo.
LA "ESTRATEGIA"
Desde antes de volverse poderoso, Hitler tenía una estrategia político-militar, muy loca, desquisiada, megalómana, la cual nunca ocultó, puesto que hasta escribió un libro exponiéndola. Hitler pretendía provocar una guerra contra los enemigos tradicionales de Alemania: Francia y Gran Bretaña. Pretendía con ello someter al menos a Francia --lo cual logró en efecto-- y después ir al Oriente tras una de sus metas más queridas: acabar con los rusos y su Unión Soviética.
Hitler pensaba que sería sencillo destruir a la URSS --esos eslavos inferiores, pensaba él--, lo cual le permitiría retornar al frente occidental y poder negociar una paz ventajosa con Gran Bretaña, y eventualmente poder hacer lo mismo con los Estados Unidos, aunque no descartaba una guerra contra éstos. Señalemos aquí que Hitler consideraba a Francia, GB y EE.UU. como naciones potencialmente aliadas, puesto que veía a sus élites gobernantes como parte de su "raza aria".
Luego de este sometimiento-negociación con el mundo anglosajón, pensaba el futuro Fuhrer, ya nada detendría a la Gran Alemania para ir por el resto del mundo.
Estas ideas de demente constituirían el plan general, el plan maestro del Tercer Reich.
Pues bien, resulta que ISIS tiene un plan algo similar en esencia. Una diferencia es que el plan de los fundamentalistas no es producto de la mente de una sola persona. La organización antecesora de ISIS, la famosa pero ya disminuida al-Qaeda, publicó hace años varios documentos en los cuales voceaba su estrategia general para "dominar al mundo", o al menos para lograr un gran triunfo geopolítico.
Hace algunos años este plan de al-Qaeda seguramente movía a risa. En la actualidad, el humor parece ser menos probable.
Según este plan, tras los ataques del 11 de septiembre contra Nueva York, EE.UU. y sus aliados se embarcarían en una guerra de represalia contra los países del Islam. Lo cual ocurrió.
Pocos años después, pasado el años 2010, al-Qaeda preveía que los pueblos de naciones árabes como Argelia, Libia, Siria, se levantarían para derrocar a sus dictadores de muchos años. Esto para efectos prácticos ocurrió y/o está ocurriendo.
Para ese tiempo, al-Qaeda pensaba que sería momento de que fuera declarado el Califato, el ente político que sería el medio para unir a todos los musulmanes del mundo. Dicha declaración, por más que se quiera subestimar, en la práctica ya ocurrió, con ISIS y con su líder Abu Bakr al-Bagdadi, aka Califa Abraham.
Luego de la declaración del califato, al-Qaeda y su plan maestro --que se sabe también es el de ISIS-- preveían que occidente, es decir EE.UU. y sus aliados, realizarían una gran invasión, lo cual prepararía las cosas para una última gran batalla de tintes apocalípticos, la cual tendría lugar en algún lugar de Siria. Esta batalla podría ser una batalla literal, o bien una metáfora para una gran guerra. Quizá los cristianos evocarán al leer esto, la famosa batalla apocalíptica de Armagedon.
En fin, que las cartas están echadas. No nos queda a nosotros, humildes observadores, sino esperar, a ver cómo se desarrollan los acontecimientos en el futuro, respecto a este problema,que, si ciertas condiciones se cumplen, podría asemejarse a lo ocurrido en la Segunda Guerra Mundial, cosa que nadie, por supuesto, debe desear. (Recordemos que en este coctel también están metidos Rusia y sus intereses, y en cierta medida, China y sus intereses... Irán y sus intereses ... Israel y sus intereses.).
EL MÚSCULO MILITAR
Aquí hay una gran diferencia por supuesto. Alemania era una gran potencia industrial antes de la Primera Guerra Mundial. El tratado de Versalles limitó su progreso económico pero los ganadores de la guerra no desmantelaron la industria alemana.
Hitler, tras conseguir el poder, logró sacudirse los obstáculos para la industria alemana, reactivar la construcción de todo tipo de productos y por supuesto de armamento, y todo con la disciplina y la eficiencia de los alemanes.
Los árabes no son los alemanes, se diría, aludiendo a la nacionalidad de los fundamentalistas de hoy.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que ISIS ya ocupa un territorio --parte de Iraq y parte de Siria--, donde cobra impuestos y donde recibe dinero proveniente de individuos acaudalados repartidos por todo el mundo árabe-islámico. Además de que todos los días recibe ganancias por la venta de petróleo en el marcado ilegal.
En el plano monetario, los planes de ISIS son el introducir su propia divisa, basada en el oro y la plata, "con el fin de sustraerse del sistema monetario internacional, basado en el dólar". Eso lo dice, Guillermo Barba, economista mexicano, columnista de la revista Forbes, quien hace un análisis (Aquí) sobre lo acertada que es esta decisión de ISIS, desde el punto de vista estrictamente económico.
El crecimiento o no de ISIS dependerá de muchos factores, especialmente la reacción de sus enemigos, que son las potencias Occidentales, más Rusia, Iraq, los kurdos, Assad, quienes por ahora se encuentran todos divididos.
EL ANTISEMITISMO
El Tercer Reich fabricó escándalosamente un enemigo en los judíos, una próspera minoría cultural y religiosa que ha sufrido ataques en Europa desde hace por lo menos casi 2 mil años.
Los ataques contra los judíos en Europa no tienen punto de comparación con la forma en que han vivido los judíos en el mundo árabe desde antiguo hasta la creación del estado de Israel.
No vamos a resumir aquí la historia de Israel; se han escrito bibliotecas enteras sobre el tema. Sólo señalaremos que a partir de la creación del estado judío, el equilibrio en Medio Oriente ha quedado seriamente afectado.
Hasta ahora, ISIS no ha enfocado sus baterías hacia Israel, pero en su retórica ha mencionado que busca su destrucción.
TEATRO DE GUERRA
En la cosmovisión de las tres religiones abrahámicas --Cristianismo, Judaísmo e Islam-- la ciudad de Jerusalén no sólo es el centro del mundo, sino el centro del Universo. Un centro simbólico por supuesto. Y no en balde las tradiciones escatológicas de las tres religiones ubican los sucesos del "fin del mundo" entorno a Jerusalén.
Aparte de los simbolismos, debemos observar cómo el gran conflicto que parece estarse preparando ocurriría en un teatro de guerra que amenaza con ser incendiado por todos los intereses que convergen en esta región.
La Segunda Guerra Mundial fue en realidad una guerra entre europeos, a la que se sumó Japón --EE.UU. puede ser considerado una extensión de la historia de Europa--. Hablo aquí de verdaderos protagonistas. Pero el riesgo en está segunda década del Siglo XXI es que un conflicto mucho mayor pueda incendiar al mundo. Fijémonos en todos los intereses en convergencia en Levante: EE.UU. y sus aliados principales, Francia y Gran Bretaña; Rusia, Turquía, Israel, las monarquías árabes, Irán, Pakistán, India, China. Todos esos países pretenden tener intereses en toda la zona de Palestina, Siria y Mesopotamia.
Tener un conocimiento de los riesgos, es el primer paso para tomar medidas para no repetir la historia de destrucción y muerte de otras épocas.
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En el nombre de Dios, el clemente, el misericordioso
سْمِ اللهِ الرَّحْمٰنِ الرَّحِيْمِ
La paz de Dios sea contigo
السلام عليكم
سْمِ اللهِ الرَّحْمٰنِ الرَّحِيْمِ
La paz de Dios sea contigo
السلام عليكم