Sunday, December 13, 2015

Mi jihad (جهاد‎) ha sido duro

Hoy es el primer día del mes Rabī‘ al-Awwal (رَبيع الأوّل ), mientras se acerca el Solsticio de invierno, en días que son frescos y algo fríos por las mañanas y por las noches, en el Altiplano mexicano.

Hace casi ocho meses que pronuncié mi testimonio (الشهادة‎ ), lo que significa abrazar el Islam. Eso fue el viernes (الجمعة) 
17 de abril pasado (mes جُمادى الآخرة Jumādá al-Ākhira). En este Blog he tratado de describir mi experiencia de aprendizaje en la práctica de mi nueva religión.

Después de mi declaración de fe, el segundo cometido en mis obligaciones espirituales ha sido la práctica de la oración (صلاة), cinco veces al día. Aprendí a hacer el salah en árabe y a partir de ahí me he esforzado por practicarla mis cinco veces diarias, precedidas todas por el الوضوء‎, o purificación por el agua.

Ha sido toda una experiencia para mí practicar el salah. Lo que para mí ha quedado claro es que mi vida en general se ha ido purificando. Sin ser un experto, puedo decir, sin lugar a duda, en cuanto mi experiencia personal, que una de las consecuencias casi inmediata de la Oración islámica es que mi vida se ha ido purificando. ¿De qué forma? Bueno, enumerará algunos hechos a continuación.

En primera, la Oración me ha permitido tener presente la idea de Dios durante muchos momentos a lo largo de estos meses. Es difícil quitarte de la cabeza a Dios al menos durante un buen número de momentos al día, si practicas el salah como se debe. Esto ha hecho que sea relativamente fácil realizar varios mandatos de la fe, entre ellos, no tomar alcohol y no comer carne de cerdo. Yo vivo en una país y en una cultura donde en general, se toma alcohol y se come cerdo. No me ha sido difícil cumplir estos dos mandatos del Islam. Pero más allá de ello, he logrado evitar otro tipo de intoxicantes: como el café, el tabaco y la marihuana. Si bien he probado esporádicamente estas sustancias en estos meses, el consumo de estos como hábito ha quedado suspendido. A mediados de año, tocó el mes sagrado del Ramadán (رَمَضان ), con lo que conocí, a través del ayuno (صوم) una nueva forma de adoración a Dios, pero que trajo aparejada una nueva forma de entender la buena vida y la salud. Aunque el Ramadán terminó, por primera vez desde hace años, logré moderar habitualmente mi consumo de alimentos y reducir al mínimo los alimentos dañinos, como  procesados ricos en azúcares y harinas.

SEXUALIDAD

Algo que me ha costado trabajo, aceptar incluso, es el tema de la adicción al sexo. Nunca en mi vida, a Dios gracias, he tenido problemas de adicciones a sustancias, aunque sí he sido consumidor de diversas sustancias intoxicantes. Sin embargo, me ha costado trabajo darme cuenta que durante tiempo en mi vida, he sido un adicto al sexo. Esta sociedad, propicia que una persona que no está en guardia, reciba mensajes y mensajes que incitan a ver la sexualidad de una forma que no es la que Dios pensó cuando creó nuestra sexualidad. 

Después de muchos días, de sufrimientos a decir verdad, he logrado identificar la forma en que las pasiones sexuales se cuelan en mi mente, y en mi vida. Por medio de la purificación, a través del salah, de estas pasiones, he podido experimentar una tranquilidad de espíritu que anhelaba desde hace mucho tiempo.

Esta sociedad actual pone a disposición de las personas --especialmente de los más jóvenes-- la intoxicación con sustancias, y la pasión sexual, como una forma de escapar del aburrimiento e incluso como una forma de dar sentido a los días. Lo que no nos damos cuenta, casi nadie de los habitantes de este mundo, es que el consumo de alcohol y la persecución de la pasión sexual extraen de nuestro espíritu el ánimo para acometer tareas mucho más importantes. Es todo un tema que trataré en futuros posts de este Blog. Este sistema económico, social y político, realmente lo que busca es tener almas --personas-- que estén muy bien entrenadas para aceptar condiciones de trabajo y de existencia que al menos a largo plazo tienden a matar el espíritu y desviar a la gente del propósito por el que estamos en este mundo.

Yo pensaba que, aún con el Islam como fe, iba a poder yo llevar una vida piadosa, y "de vez en cuando", solazarme en esas pasiones que tanto nos gustan: excesos en el comer, en el beber, y en la pasión sexual. Pero veo que no es así. Lo que hace el Islam --supongo que sucede lo mismo en otras religiones bien practicadas-- es que la misma fe, te obliga a elegir entre un camino u otro. No se puede ir a medias por el camino recto (الصراط المستقيم ). Claro que uno puede desviarse del camino recto, y lo que hay que hacer es regresar. Pero uno simplemente no puede vivir saliendo y regresando del camino recto, pues de ser así, uno no sería musulmán aunque de palabra lo dijera.

El Islam me ha abierto un nuevo entendimiento sobre la sexualidad humana. Sería interminable hablar sobre todo lo que significa la sexualidad en el Islam, pero un detalle que habla grandemente sobre esto es la regla de etiqueta para el comportamiento de ambos géneros, hombres y mujeres. En general, el espíritu del Islam respecto a esto está resumido en la frase del Corán: "Baja tu mirada" (غ  ض البصر ). Esto significa que es una obligación del musulmán "bajar la mirada" cuando se presente ante sí algo que sea sexualmente deseable. Puede ser una persona del sexo opuesto, principalmente. En un mundo donde la sexualidad y el cuerpo humano se ha vuelto espectáculo, el Corán refleja profundamente la sabiduría divina sobre lo que es mejor para el ser humano. Y lo mejor para el ser humano, es mantener sus pasiones a raya, no solazarse en deseos que son muy poderosos, pero que hay que tratar con respeto y en su contexto adecuado (principal y únicamente, en el matrimonio). Todo esto conlleva grandes implicaciones, las cuales para mí han significado un gran cambio en mi perspectiva de vida.

LA DIMENSIÓN POLÍTICA

La dimensión política del Islam no es algo que me toque directamente, puesto que no soy un político, sino una persona común y corriente. 

Sin embargo, hace exactamente un mes, el 12 de noviembre, y a finales del mes muharram (مُحَرَّم) ocurrieron los ataques a civiles en París. Ello me obligó a pensar mucho en mi fe, en particular en la dimensión política del Islam. Sobre esto, escribí algunos post en este Blog, que creo yo, resumen mi postura sobre este tema.

LO QUE SIGUE

La vida sigue, y para mí, la vida en el Islam, es la verdadera vida. La vida de servicio y amor a Allah (الله), Dios, el creador.

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En el nombre de Dios, el clemente, el misericordioso 
سْمِ اللهِ الرَّحْمٰنِ الرَّحِيْمِ

La paz de Dios sea contigo
السلام عليكم‎






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